INCLUSIÓN, ES MÁS QUE INCLUIR
De 5 trabajos, 4 jefes que tuve fueron mujeres. Gracias a Magola, Diana, Gina y Ana María.
Soy hijo de una espectacular mujer, Elena; hermano de 2 fantásticas mujeres, Carmen y Esther; esposo de una sin igual, Milena y espero, Dios me de vida para tener la fortuna de conocer, las que decidan tomar el mismo rumbo de mis hijos.
En el camino de mi desarrollo profesional y de emprendimiento me he topado con mujeres valiosísimas, llenaría anaqueles completos con los nombres y lo que han hecho por mí y por mis proyectos.
Y aquí mi apunte, nunca he recibido un mensaje diferente de respeto, reconocimiento, motivación, apoyo y entendimiento, de las que fueron mis jefes o mentoras y de las que me acompañan en la vida.
Por tanto, si alguien me quiere hablar de equidad de género, yo si tengo para contarles, resulta pues que sólo hasta ahora, me percato que, del cien por ciento de mis jefes, el 80 han sido mujeres… ¡qué afortunado he sido!
En días pasados, celebrando la reunión REPICA LXIII en San Salvador, presenciamos el panel “Liderazgo de la mujer en el desarrollo portuario” participaron Lorena, Kamyla, Zayda, Raquel, Andrea y Elvia, mujeres líderes dentro de las Autoridades Marítimas y Portuarias de Centroamérica quienes, nos permitieron apreciar, de buena forma y con lujo de detalles, los tantos oficios y encargos destacados desempeñan hoy mujeres en el sector marítimo – portuario.
Reflexionando sobre sus presentaciones, me preguntaba: ¿si será incluyente crear una norma que obligue a serlo? ¿No será que somos, con eso, más excluyentes?
Pues me permito contarles, que me “arriesgué” a preguntarles en el panel y tuve respuestas valiosas y que hoy me permiten, con toda tranquilidad, escribir estas líneas. De sus aportes y respuestas, me sorprendió de alguna forma, encontrar regiones o países específicos, en los que sigue siendo un sector que presenta visos misóginos.
Resulta pues, que esas mujeres mencionadas, se han preparado académicamente, con el esfuerzo que eso requiere para cualquier persona, sin distingo de género; vienen de hogares en el que no existía restricción para su desarrollo personal, siendo este un punto a tener en cuenta para mejorar el entendimiento del rol de la mujer en nuestra sociedad y su desempeño laboral. Pero mejor aún, encontré en ellas una característica común; la disposición para hacerse valer sin necesidad de tener una norma que les permitiera abrirse un espacio para conseguir lo que consiguieron y colocando una línea diáfana de frontera, que defiende sus principios y valores.
Así pues, mi invitación es a revisar desde la academia para que se valoren los esfuerzos sin distingos, a que en nuestras casas apoyemos las iniciativas de emprendimiento y desarrolladoras de proyectos, por igual. Bienvenidos los paneles en eventos futuros que nos muestren la apertura de este sector a las mujeres; pero sueño y quiero participar, de más paneles donde al hablar de operaciones portuarias y marítimas, de seguridad, de planeación, de innovación, de legislación, de actualidad y tendencias, estén en los expertos, hombres y mujeres, contándonos sus experiencias.
Gracias Elvia y a Red MAMLa por esta maravillosa invitación.