NAVEGANDO DESAFÍOS
Supe que quería ser militar antes de aprender a usar una bicicleta. A los 12 años, ya era parte del Liceo Naval Militar “Dr. Dn. Francisco de Gurruchaga”, único Liceo Naval Militar femenino que existió en el mundo. A los 16, navegando en el Rompehielos ARA “Almirante Irizar”, en viaje de instrucción, tuve la certeza de que ese era mi lugar en el mundo.
Todo en mi vida me condujo a ser luego, cadete de la Escuela Naval Militar Argentina, y en 2006 egresé con el grado de Guardiamarina de la Armada Argentina con grandes expectativas, sueños y metas que, en aquel entonces, se veían lejanas e inalcanzables; sobre todo porque era parte de la primera promoción que egresaba con mujeres en sus filas. Sin embargo, las oportunidades de crecer en nuestras carreras, fueron las mismas que la de mis compañeros, lo que me permitió alcanzar el nivel profesional que la Armada Argentina requiere de sus oficiales navales.
En mi primer año de oficial, hice mi viaje de instrucción en la Fragata ARA “LIBERTAD” y al final de ese mismo año, fui parte del personal que realizó la Campaña Antártica 2007/2008, operando allí por cuatro meses realizando el recambio de personal en las Bases Antárticas Argentinas. A lo largo de mi carrera, fui parte de la dotación de Unidades de Combate tales como, los Destructores tipo MEKO 360 ARA “ALMIRANTE BROWN” y ARA “SARANDI” - Unidad en la cual presté servicios durante toda la búsqueda del SUBMARINO A.R.A. "SAN JUAN"-, navegué en todas las Corbetas tipo MEKO 140, fui Jefe de Comunicaciones y de Navegación en el Logístico ARA “PATAGONIA”. Cumplí funciones como Instructora en la ESCUELA DE SUBOFICIALES DE LA ARMADA como JEFE DE COMPAÑÍA durante los años 2010 y 2011; y en el año 2013 fui designada para cumplir funciones en el exterior como Instructora Naval Militar de la Primera Promoción mixta de la ESCUELA NAVAL del ESTADO PLURINACIONAL de BOLIVIA. Allí, fui, además, profesora de Navegación Astronómica de 2do. año, profesora de Náutica de 3er año y profesora de Conducción y Liderazgo de 4to año. Obtuve en ese momento, varias distinciones, entre las que se destacan: la CONDECORACIÓN al “MÉRITO NAVAL” en el Grado de "CABALLERO DE LA ORDEN", otorgado por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Estado Plurinacional de Bolivia y la Distinción “Comisión de Gobierno, Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de Diputados”, otorgada por la Comisión de Gobierno, Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de Diputados del Estado Plurinacional de Bolivia.
Participé, además, en eventos navales internacionales, tales como, el Ejercicio UNITAS 49° en Río de Janeiro en 2008, el Ejercicio FRATERNO XXXV del 2017 con la República Federativa de Brasil en Rio de Janeiro como parte del Estado Mayor, el Ejercicio UNITAS 59° como Célula Blanca en Cartagena, Colombia en 2018. Participando también en el 200° Aniversario de la Armada Nacional De Uruguay en MONTEVIDEO en 2017.
Durante los años de Pandemia, cumplí funciones en la Dirección General De Comunicaciones E Informática del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Formé parte del Estado Mayor del Comando de la Flota de Mar en 2022, y los últimos dos años fui alumna en la Escuela de Guerra Naval y en la Escuela de Guerra Conjunta.
Increíblemente, pasaron ya 23 años desde aquellos primeros pasos en la Escuela Naval Militar. Muchas cosas han pasado desde entonces, tanto familiares como profesionales. En estos años viví momentos únicos e irrepetibles, conocí lugares increíbles, probé mis límites y descubrí que estaban más lejos de lo que creía. También perdí a mi Padre, movilicé a mi madre, conocí a mi marido y me casé. Pero todo eso me llevó al 05 de febrero de 2025, día en el que asumí el Comando de un buque de la Armada Argentina, el Multipropósito ARA “PUNTA ALTA”. Este instante de mi vida justifica tristezas y alegrías; sacrificios míos, de mis padres, de mi esposo; llantos y risas. Ahora asumo la responsabilidad de llevar a mi Unidad y a mi tripulación a cumplir la misión que la Armada Argentina requiera, dándolo todo como en cada actividad que asumí a lo largo de mi carrera, sabiéndome ser, orgullosamente, la Primera Comandante mujer que posee la Armada Argentina.
El camino recorrido no fue fácil; pero mi vocación y los deseos de servir a mi país me dieron la fortaleza necesaria para afrontar cada desafío y comprender en el proceso, que mis limites están donde yo decida ponerlos. Cada paso dado, cada meta alcanzada me hizo más fuerte y me permitió llegar hasta donde llegue, tan sólo para descubrir que es simplemente, otra línea de largada. Hoy soy el resultado de cada decisión tomada en el pasado y esa niña de 12 años que soñaba con surcar los mares, sigue alimentando con su pasión, a la mujer en la que me convertí con cada singladura. Por ello, les pido, tomen mi testimonio como prueba fehaciente de que todo es posible. Si tienen ese mismo anhelo y ya han iniciado su travesía, cuando sientan que el viaje es largo y difícil, pongan el corazón a cada cosa que hacen, no dejen de luchar por sus sueños y de progresar en este maravilloso mundo, históricamente reservado para los hombres. Ustedes pueden, porque nada es imposible con dedicación, templanza y compromiso.
Este es nuestro legado y es nuestra misión: darlo todo para cumplir nuestras metas, surcar los desafíos sin vacilar, aunque eso signifique a veces, tener que capear algún que otro temporal; y tener siempre presente que muchas otras siguen nuestra estela, confiadas en que les estamos mostrando la mejor derrota hacia puerto seguro.
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